Todos deseamos y perseguimos lo que creemos que es el Bien. Nadie quiere el mal para sí mismo. El mal sólo es cuestión de los otros, de los que ven o padecen el deseo de un individuo cualquiera. Si alguien desea el mal de otro, lo desea sólo en función de su propio bien y eso le alcanza para justificarlo.
Hoy estoy del revés. Mejor me voy a la cama.
Buenas noches.
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