miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Dónde estás?

Esta mañana me he levantado para darme cuenta de algo que automáticamente iba a hacer que deseara volver a la cama: el Karma me ha abandonado. ¿De qué sirve estar un puto mes entero haciendo las cosas bien si cuando al Karma le toca devolverte el favor desaparece?. El Karma no es justo, hace trampa. Se acerca a tí fingiendo ser tu amigo y convenciéndote de que si eres buena persona y haces las cosas bien, todo te irá bien. Tú dudas, lógicamente, pero él, como gran amigo que ha fingido ser durante algun tiempo, te promete que él mismo se encargará de que así sea. Sonríes y dices "está bien, acepto porque tú, mi gran amigo Karma, me lo has prometido", y automáticamente el Karma se hace tan, tan pequeño que se acuesta en el regazo de tu oreja; así, cuando vas a hacer algo malo, o a dar una mala contestación, él te grita "¡NO!, Recuerda que siendo buena persona luego todo te irá bien", y dejas esa mala acción para pasar de largo, o cambias esa mala contestación que rondaba en tu cabeza por una enorme sonrisa. Así día tras día... Y cuando por fin llega tu momento... ¡ZAS! El Karma no está. Ese gran amigo no era más que un farsante que ha fingido solo para ver cómo durante un mes has hecho el capullo y se ha reído de ti todo cristo a más no poder. Gracias jodido Karma... Ahora llegó el momento de decidir: sigo siendo jodidamente buena para que todo siga funcionando igual de mal o peor, confío en que el Karma volverá para devolverme el favor o soy jodidamente mala para seguir pensando que igual así, si todo sale mal, es porque me lo merezco...

Oh, Karma... ¿dónde estás?

3 comentarios:

  1. El Karma últimamente tiene mucha faena. Paciencia...

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  2. Quizás no has hecho las suficientes buenas acciones como para cubrir todas las malas que has hecho durante toda la vida...

    El tiempo es la clave...

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  3. Con lo buena que he sido yo siempre... Tsss! Las malas estan más que compensadas!

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